miércoles, 11 de junio de 2008

Doradas sonrisas que los años no pueden romper

Atrás quedarán malos y buenos recuerdos, experiencias y vivencias disimuladas con una sonrisa. Una sonrisa inocente como la de un niño. Un niño que nunca queremos dejar de ser, a pesar de que el tiempo y los años, juegan en nuestra contra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ternura a la máxima potencia.
Felicidades por la instantánea.
En el post del Nazareno te dejé algo.
Saludos.

Antonio Sobrados dijo...

Muchas gracias por tu comentario.
Por otro lado, en cierta manera comparto y a la vez respeto tu otro comentario. Cada cual tenemos nuestra propia versión de lo absurdo. El ser y pensar de maneras diferentes es lo que da un poco de chispa a esta vida.
Saludos